Restaurantes donde ser felices. Recetas hechas con amor y una pizca de diversión. Para disfrutar de la vida y la gastronomía en buena compañía.

Nuestra vida se limita a esta cadena y no solo en verano sino en todas las estaciones del año. Vivir para trabajar. Trabajar para tener dinero. Tener dinero para vivir. Pero llega un momento que tú trabajo no te motiva con lo cuál te planteas dejarlo. Pero si lo dejas no tendrás dinero… pero es que acaso… ¿el dinero nos da la felicidad?. Es fácil decir que hay que conformarse con las pequeñas cosas que dan la felicidad. Pero estamos equivocados porque esas cosas no te la dan. La felicidad está en el interior de cada uno. Durante el verano los sentimientos están a flor de piel. Será el calor, la emoción, el sol, la playa… quién sabe…
A mí en verano me hace feliz reírme con amigos, viajar en busca de aventuras nuevas, tocar la arena de la playa y caminar por ella, sentir que soy importante para alguien y ese sentimiento sea recíproco.
No hay verano sin playa.
No hay amor sin pasión.
No hay días soleados sin tonos anaranjados.
No hay libertad sin consentimiento sincero.
No hay amanecer sin atardecer.
No hay cariño sin abrazo.
No hay cielo sin infierno.
*El carrete de color en filtro rojo ha conseguido sacar los tonos anaranjados que deseaba para reflejar el verano en su máximo esplendor. Cámara utilizada: Olympus Pen EE-3.